A menudo nos encontramos ante situaciones en las que sentimos pereza, un estado de ánimo que nos incita a aplazar una determinada tarea o incluso a huir de ella. Nos empuja a abandonar un cometido, a la inactividad.
Antes de afrontar la pereza es importante comprender qué se esconde tras esta emoción: de qué nos protege, cuál es su utilidad en un momento concreto. Muchas veces nos estará salvando de un posible miedo al fracaso en nuestros objetivos: la pereza consigue que no actuemos, para que de este modo no lleguemos a fallar. Si no hay errores no nos valoramos negativamente por los resultados no conseguidos, por lo que a corto plazo nuestra autoestima queda protegida.
No obstante, a largo plazo, dejarse llevar por la pereza genera sentimientos de culpa que pueden dañar la autoestima en mayor medida que la exposición al fracaso. Por eso, desde Centro Psicología Bilbao queremos compartir algunos consejos para romper el círculo vicioso en el que la pereza puede hacernos caer, y pasar a la acción.
1. Permítete cometer errores. El perfeccionismo excesivo puede conducirnos a expectativas poco realistas, y hace que tiremos la toalla cuando algo no sale tan bien como queríamos. Lo importante es centrarse en el proceso, a pesar de la imperfección, y aceptar los errores como parte del proceso de aprendizaje y crecimiento personal.
2. Tener en mente los objetivos que queremos conseguir, concretarlos y pensar en los beneficios que nos aportará cada uno de ellos una vez los hayamos conseguido.
3. Además, conviene establecer una lista de pasos a seguir (tareas sencillas y claras) para la consecución de cada objetivo; de este modo nos resultará más fácil ponernos en marcha y podremos valorar nuestros avances.
4. Por último, podemos realizar un trabajo de observación para determinar, por un lado, en qué situaciones nos sentimos más dispuestos a actuar, y por otro, cuáles son los factores que nos entorpecen (los distractores). De esta manera podremos organizarnos para aprovechar nuestros mejores momentos y anticiparnos de manera que evitemos la presencia de distractores para mantener la productividad.
Además de estas pautas, te recordamos que desde Centro Psicología Bilbao podemos brindarte ayuda más especializada, si la necesitases, para aprender a organizarte y mantener un estilo de vida más activo, identificando las diferentes emociones y problemas que propician la aparición de la pereza.
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