La repercusión de las obsesiones
Todos tenemos preocupaciones más o menos intensas en nuestra vida. Algunas de dichas preocupaciones o temores, si se intensifican, pueden llegar a convertirse en obsesiones y suponer una gran dificultad en nuestro día a día, impidiéndonos llevar una vida normal.
Rasgos de la obsesión
Sabemos que tenemos una obsesión cuando…
- Aparece una idea o un pensamiento que se repite en nuestra mente.
- Esta idea o pensamiento nos genera un gran malestar (ansiedad).
- Sabemos que nuestro temor es exagerado, pero aún así tenemos dificultades para controlarlo.
Rituales
En algunas personas, además, estos pensamientos obsesivos dan lugar a una serie de rituales: acciones determinadas que nos ayudan a “neutralizar” el pensamiento obsesivo. Estos rituales (compulsiones), pueden ser muy variados: lavarse las manos, comprobar que la puerta está cerrada, etc., y crean una falsa sensación de “control” frente a nuestras obsesiones y miedos. Es por eso que se establecen como hábitos muy rápidamente.