Somatizaciones
La somatización es la expresión del cuerpo de un conflicto psicológico que acaba trasladándose a dolores físicos. Se da cuando tenemos malestar emocional que no sabemos gestionar y acaba convirtiéndose en dolores físicos como dolor de cabeza, de espalda, dolores estomacales, dermatitis, etc. Estos dolores habitualmente no tienen una causa orgánica, lo que hace necesaria una intervención psicológica para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Enfoque somático
El enfoque somático implica que la persona que acude a terapia trabaja para sentir sensaciones físicas en el cuerpo (ligadas a eventos traumáticos pasados) en lugar de pensar sólo en los eventos y emociones que se sintieron. El propósito es acceder a la memoria corporal del evento, no a la historia en sí misma.
En este sentido, funciona para todas esas personas que tienen dolores y molestias crónicas de causa no orgánica, o que aún teniendo causa orgámica, pasan por rachas en que aumenta su problema cuando hay estrés.
A través de esta intervención terapéutica, las personas toman conciencia de sus sensaciones físicas internas.
Cómo sé que estoy somatizando
En primer lugar, la persona que somatiza no es consciente de que lo hace, es decir, no se está inventando sus síntomas. En este sentido, puede suceder que presenta algunos síntomas físicos y eso le supone tanto malestar y ansiedad, que los síntomas empeoran. Algunos de estos síntomas son:
- Dolor
- Fatiga o excesivo cansancio
- Irritabilidad
- Dificultad para respirar
Así mismo, decimos que una persona está somatizando cuando no se encuentra una causa física concreta que explique su malestar.