Pronóstico de la ansiedad
El sentimiento de ansiedad es habitual y normal en las personas adultas y jóvenes. Desde la psicología sabemos que la ansiedad nace de un conjunto de situaciones novedosas o exigentes a las que hay que hacer frente.
Cuando, a raíz de estas situaciones, nuestras emociones se vuelven excesivas y/o incontrolables, hablamos de un trastorno de ansiedad. En este sentido, la ansiedad puede tratarse psicológicamente y mejora con la terapia. Aún así, lo ideal es tratarla cuando está en sus orígenes, evitando así mucho que se llegue a desarrollar un trastorno, y el sufrimiento que se genera.
Tratamiento de la ansiedad
Desde Centro Psicología Bilbao tratamos la ansiedad a nivel terapéutico (terapia psicológica) con el objetivo de darle a la persona herramientas para gestionar de forma saludable la ansiedad, así como para evitar llegar a tenerla.
Si sientes que tienes mucha ansiedad y no sabes cómo manejarla, te recomendamos consultar con un especialista.
Trastorno de ansiedad generalizada
Quienes lo padecen tienden a preocuparse mucho por todo, sin causas justificadas. Los síntomas de la ansiedad generalizada en adultos son muy variados: ansiedad, irritabilidad, preocupaciones descontroladas, dolores físicos sin razón específica, cansancio, insomnio y dificultades de concentración.
Trastorno de ansiedad social
Nace de un miedo intenso a las situaciones sociales o a estar ante el público. Requiere de un tratamiento psicológico para mejorar. Los síntomas de este tipo de ansiedad son: rubor, temblores, palpitaciones y sudoración, que aparecen en situaciones sociales.
Trastorno de pánico
Se trata de una sensación repentina de miedo, cuyo origen es desconocida. Los síntomas son: dolor en el pecho, mareos, nauseas,dificultades para respirar, sensación de asfixia y sudoración. Quienes experimentan un ataque de pánico pueden sentir un intenso miedo a morirse a consecuencia de estos síntomas.
Trastorno obsesivo compulsivo
Se producen pensamientos recurrentes (obsesiones) que llevan a la persona a realizar una serie de rituales (compulsiones) que no pueden evitar. La persona tiene un miedo exagerado, presenta pensamientos obsesivos y realiza en su día a día rituales como lavarse las manos, apagar y encender las luces, contar objetos, guardar cosas, mirar y remirar, etc.