Recientemente los medios de comunicación se han hecho eco de una noticia novedosa en España: primera huelga de deberes. Esta huelga ha sido propuesta por Ceapa (Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos), y en ella se anima a las familias a que no hagan tareas escolares los fines de semana de noviembre con el fin de dedicar ese tiempo a actividades alternativas de ocio en familia. Esta medida está resultando muy polémica y, como todo, ya tiene defensores y detractores.
Como centro que lleva más de dos décadas trabajando en el campo de la educación y ayudando a personas con dificultades de aprendizaje, tenemos en cuenta a todas esas familias con las que hemos trabajado y con las que estamos trabajando a día de hoy. Por ello, escribiremos este artículo partiendo de su realidad y también de nuestra experiencia como psicólogas y pedagogas.
En primer lugar, exponemos la realidad que escuchamos de estas familias:
- La mayoría de los niños y niñas que vienen al centro con problemas de aprendizaje tienen, además de venir a las sesiones de reeducación, profesores particulares para afianzar las cosas vistas en clase. Es decir, personas que cursan 3º, 4º, 5º, etc., de Educación Primaria, tienen a la semana 4 horas semanales de refuerzo escolar como mínimo… Aunque se podría pensar que es por las dificultades específicas que presentan, conocemos muchos estudiantes que sin tener carencias concretas reciben también clases de apoyo mientras cursan primaria y, sobre todo, en secundaria.
- La elaboración de los deberes consume a muchos de estos niños y niñas 2 o 3 horas diarias de su tiempo en casa. Esto, unido a los horarios laborales de algunas familias, implica que terminen de hacer las tareas escolares a las 21.30 o 22.00 de la noche.
- La gran carga emocional, tensión, discusiones, etc., que provoca en las familias el tema de los deberes se convierte en el pan de cada día y genera numerosos conflictos y enfrentamientos.
- Toda esta labor no necesariamente implica una mejora en el rendimiento de estos niños y niñas. En ocasiones sí, pero otras veces no sólo no mejora su aprendizaje, sino que además empeora su motivación, autoestima, relación familiar, etc.
Nos parece importante mostrar esta realidad porque es la que escuchamos en el gabinete diariamente y sobre la cual tenemos que trabajar.
Sin embargo, ¿es la huelga de deberes la solución? Desde nuestro punto de vista como expertas en educación, decir NO a todos los deberes escolares no ataja el problema y además lo puede empeorar. En este sentido, cuando un niño hace las tareas del colegio está reforzando:
- El hábito de trabajo, en cuanto que requiere una rutina diaria.
- La autonomía, de modo que a medida que se va haciendo más mayor puede ir haciendo más cosas sin ayuda.
- La autoestima, al verse capaz de ir superando nuevos retos (siempre y cuando sean accesibles).
- Saber pedir ayuda cuando la tarea lo requiere.
- Resolución de conflictos.
- La tolerancia a la frustración, puesto que se tienen que enfrentar a actividades que les gustan, pero también a aquellas que no les gustan y tienen que hacer.
- La responsabilidad y aceptación de las consecuencias.
- La organización del tiempo y del espacio.
- Los contenidos y aprendizajes vistos en clase.
- La aceptación de normas y su correspondiente cumplimiento.
- Del mismo modo importante, el respeto a la figura de autoridad, a día de hoy tan poco mencionada y, sin embargo, tan importante para prever problemas de comportamiento en el futuro y la auto-regulación.
Pero pensamos que hacer los deberes refuerza todas estas áreas SÓLO SI las tareas escolares cumplen estas tres condiciones:
- Accesibilidad. Son tareas que la persona puede desarrollar sola o con un poco de ayuda, sin suponer una excesiva dificultad.
- Ajuste al tiempo. La carga de trabajo para cada persona no supera la hora diaria y, a lo sumo en cursos superiores, las dos horas.
- Significación. Los deberes tienen un sentido y se piden para conseguir unos objetivos definidos. Es decir, tiene un significado el hecho de hacerlos.
De esta manera, si una tarea es accesible, ajustada al tiempo y significativa, entendemos que su realización está justificada y los niños aprenderán.
Finalmente, todo ello requerirá que desde los colegios haya mucha coordinación, y que desde las familias (y la sociedad en general) haya mucho respeto y valor a la labor del profesorado.
Compartimos aquí algunas páginas de Centro Psicología Bilbao con contenidos relacionados:
– deberes, problemas escolares, dificultades de aprendizaje, problemas de aprendizaje
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