Todos los niños quieren pertenecer a su grupo de iguales,y por ello, muchas veces dejan de lado su propio criterio aunque conlleve consecuencias negativas para ellos o los demás. Esto, preocupa a los padres, sobre todo, cuando llegan a la etapa adolescente y tiene que lidiar con la presión de grupo. Pero ¿cómo educar a nuestros hijos e hijas para que estén preparados cuando esto llegue? ¿Cómo hacer que sean independientes y no se dejen llevar en exceso por la mayoría?
Aquí os dejamos algunos consejos para educar niños independientes:
Fortalecer la autonomía
Hacer por nuestros hijos e hijas aquello que pueden hacer por sí mismos, es un error si queremos que sean independientes. La autonomía, les ayuda a entender que deben hacer las cosas por ellos mismos. Empezar con rutinas cuando son muy pequeños, e ir adquiriendo mayor responsabilidad, hace que estemos educando a adultos responsables con capacidad de influencia sobre su entorno.
2. No sobreproteger
¿Qué aprende un niño si siempre le libramos de las consecuencias negativas de sus actos? Niños a los que se les rescata, no ejercitan la tolerancia a frustración y por ello, cuando se enfrentan a sus iguales, la evitarán a toda costa. Si por el contrario, les enseñamos a asumir las consecuencias, estaremos transmitiendo que los errores son oportunidades para aprender y que no siempre tiene que hacerlo todo bien, aspecto que es importante si queremos que sea independientes.
3. Fomentar la comunicación
El ambiente en casa tiene que ser seguro para que nuestros hijos e hijas nos cuenten sus preocupaciones, inseguridades y miedos. Por ello, es necesario no juzgar y evitar las etiquetas, como por ejemplo: “eres un blando”, “siempre te dejas llevar”… Escucharles con empatía y curiosidad, hará que se sientan en libertad para decir cómo se sienten. Además en un futuro sabrán comunicarse ante un grupo de iguales.
4. Educar con el ejemplo
Los adultos tenemos que ser el modelo de los niños. Es interesante analizar si como adultos nos dejamos influenciar en exceso por los demás. ¿Actuamos de maneras muy diferentes en contextos dispares? ¿Sabemos decir que no de manera asertiva? ¿Cuánto nos cuesta rechazar propuestas? Nuestros hijos son sensibles a todas estas cosas, y se dan cuenta de nuestras actuaciones. Por todo ello, es importante observarnos a nosotros mismos y pensar en si aquello que pedimos a nuestros hijos lo hacemos nosotros.
5. Educar en inteligencia emocional
Algo importante para no dejarse influenciar en exceso es conocernos a nosotros mismos y lo que sentimos ante determinadas situaciones. Ser capaz de reconocer nuestras emociones, respetarlas y expresarlas. Trabajar esto en casa ayuda a fortalecer la autoestima de nuestros niños. Una buena manera de enseñar esto es siendo ejemplo, preguntando y mostrándose empatico. Además, para los más pequeños existen cuentos que les explican las emociones de manera acorde a su edad.
6. Respetar la diversidad
En ocasiones, los adultos etiquetamos y juzgamos sin darnos cuenta, cuando vemos la televisión, hablamos de los demás… ser consciente de esto, ayuda a reducir ese tipo de comentarios y enseña a nuestros hijos e hijas que no todos somos iguales y que se debe respetar la diversidad. Por ello, cuando tengan que ser diferentes, se darán cuenta de su valía personal.
7. Enseñar a poner límites
Para que nuestros hijos e hijas no sean influenciables, es importante enseñarles a poner límites. Un ejemplo es permitir que sigan de pequeños su propio criterio (siempre y cuando no se pongan en riesgo).
Estas son algunas recomendaciones para que nuestros hijos e hijas aprendan a ser asertivos y no dejarse llevar en exceso por sus iguales. En algunas ocasiones a pesar de todo esto, se siguen viendo indicios de una autoestima dañada, alta sumisión e indefensión. En estos casos es importante solicitar ayuda profesional ya que puede haber otras razones detrás.
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