La hiperactividad evolutiva
Cuando hablamos de excesiva actividad en nuestros hijos queremos decir que se trata de un movimiento e inquietud excesivos para la edad. No se debe confundir el término Hiperactividad con la gran actividad que presentan los niños en edades tempranas.
Por ello, para hacer un diagnóstico de TDA-H, es necesario tener nociones de desarrollo evolutivo y valorar a partir de los 6 años con pruebas baremadas por edad.
La Hiperactividad como problema
El problema de la excesiva actividad aparece cuando el niño es tan inquieto que no puede apenas estar quieto. Esto implica que se presenten otros síntomas o signos adicionales. La mayor parte de los niños que tienen Hiperactividad presentan dificultades de aprendizaje, y esto podría terminar en fracaso escolar o incluso en el abandono de los estudios cuando se llega a la adolescencia.
Además, más del 40% de los menores con hiperactividad presentan miedos, depresión, baja autoestima y cuadros de ansiedad con rabietas.
Pronóstico del TDA-H
Todos estos problemas asociados se pueden trabajar y corregir con la ayuda de un profesional especializado. Por ello no conviene alarmarse, puesto que si el niño recibe la atención apropiada puede llevar una vida muy normal y seguir el ritmo de sus compañeros de clase.
La mejor manera de identificar la hiperactividad es realizar una evaluación completa.